Mareado. Por la noche electoral y por los artículos, comentarios, análisis y comparecencias de las siguientes 24 horas. Los que ganan, tristones intentando no parecerlo. Los que pierden, aparentemente encantados. Un sinsentido que tiene sentido cuando la lógica no funciona.
Es un país, este, donde la democracia está en entredicho bastante real. Primero por las leyes electorales que nos hemos dado, que no comparten más del 80% de la población. ¿Por qué no se puede cambiar de mutuo acuerdo entre los dos grandes partidos? No me entra en la cabeza. Segundo, porque, una vez asumida esa ley injusta, los votantes validan políticas que les perjudican de forma directa, contundente, agresiva. Hablo de votantes de todas las provincias en las que la inversión «de toda España» esta desaparecida desde hace décadas y esos electores siguen apoyando a partidos que invierten su dinero en regiones chantajistas que mantienen sus privilegios vía presión de voto nacional cuando no creen en la nación. Cafkiano.
Pero vayamos al tema central: ¿Por qué no va a gobernar el centro + la derecha con más de 11 millones de votos? Pues por una mezcla de bastantes cosas, en mi opinión. Sin atreverme a porcentualizar «culpas» o razones con claridad, y aplicándole a cada cosa un simbólico 0,1%, vamos a ver hasta qué porcentaje llegamos con las muchas causas de esta «decepción» que ha conllevado una casi imposible suma de los partidos que pretendían sustituir el sanchismo por algo diferente:
- La campaña del PP: (1,0%)
- Demonización de su socio preferente en su propia campaña, 0,1%
- (Permitir/no impedir) Demonización de su socio preferente en los medios más cercanos al PP, 0,1%
- No comparecer en el debate a 4 pensando que ya estaba ganado, 0,1%
- La mala gestión del pactos en Extremadura, 0,1%
- La mala gestión del no-pacto en Murcia, 0,1%
- La mala campaña de la última semana, 0,1%
- Los mensajes victoriosos de los últimos días, 0,1%
- Impulsar o no frenar encuestas demasiado optimistas que bien pudieron desmovilizar a unos miles de electores clave, 0,1%
- Hacer del «voto útil» una de las estrategias clave de la campaña, 0,1%
- «Vender» una mayoría absoluta los últimos días, con la consiguiente desmovilización de su propio electorado, 0,1%
- La campaña de Vox: (1,1%)
- Picar con la demonización + el «voto útil» y acabar entrando al trapo, atacando a tu socio natural, 0,1%
- La mala gestión del pacto de Extremadura, 0,1%
- La mala gestión del no-pacto en Murcia, 0,1%
- La exclusión en las listas de gente valiosa, 0,1%
- La aparente (o real) prevalencia de la línea Buxadé frente a la liberal, 0,1%
- La negativa a estar en medios de comunicación en los que están tus potenciales votantes, 0,1%
- La presencia en medios con formatos en los que se te humilla, 0,1%
- Cerrar el paso a más portavoces brillantes, centrándolo todo en unas pocas caras, 0,1%
- Confiar demasiado en las redes sociales, 0,1%
- Diluir el mensaje original queriendo abarcar más de lo que eres capaz, 0,1%
- No ser capaz de evitar que te consideren «un peligro para la democracia», 0,1%
- La campaña del PSOE (1,1%)
- Acierto en el adelanto a pesar de que parecía un error, 0,1%
- Llevar parte de la iniciativa en campaña, 0,1%
- Conseguir movilizar a tu electorado, que no se había activado tanto el 28M, 0,1%
- Conseguir que funcione la alerta antifascista, 0,1%
- Conseguir que funcione el concepto de «la remontada», 0,1%
- Cuidar a tu socio preferente, 0,1%
- No asustar a independentistas/nacionalistas en Cataluña y PV, 0,1%
- Gestionar «bien» los votos por correo, tanto españoles como extranjeros, 0,1%
- Campaña de publicidad enorme a los medios justo antes de las elecciones, 0,1%
- Presencia táctica de mítines en sitios clave, 0,1%
- Mucha presencia de video/entrevistas y evitar riesgo en mítines peligrosos, 0,1%
- La campaña de Sumar (0,8%)
- Conseguir que funcione la alerta antifascista, 0,1%
- Buen debate a 3, 0,1%
- Estética y formas alejadas del comunismo pulgoso, 0,1%
- Aglutinar a 15 fuerzas políticas , 0,1%
- Buen nombre e imagen, 0,1%
- Mucha cercanía a electorados clave (catalanes, vascos…) en la suma, 0,1%
- Gestionar con bastante eficacia y poca sangre la desaparición de Podemos, 0,1%
- Nunca perder la esperanza hasta el último día , 0,1%
- Los indepes vascos y catalanes
- Mantener las prebendas económicas, fiscales… para que te voten, 0,1%
- Conseguir que funcione la alerta antifascista, 0,1%
- Los nacionalistas vascos y catalanes
- Conseguir que funcione la alerta antifascista, 0,1%
- Los votos a UPN, redujeron muchos votos, ¿un escaño? al PP en Navarra, para en dos minutos tras los votos, ofrecer ese mismo escaño al PP para gobernar, 0,1%
Mención aparte muchos pequeños detalles medio nutres medio sucios:
- las dudas con la custodia (ahí está el problema, no en los carteros, en el número de solicitudes o en otras historietas que nos han contado para el ruido conspiranoico)del voto por correo,
- las decenas de miles de nacionalizaciones express de la ley de memoria histórica que dan acceso al voto inmediato a «hijos de represaliados de la dictadura» (que coj. significará eso…),
- los votos CERA muy malamente (Cuba, Venezuela, Argentina…) custodiados,
- los sospechosos trenes averiados Valencia-Madrid (no Barcelona-Bilbao, jejeje, fue Valencia-Madrid, mala suerte),
- la fecha elegida por el hdp o
- las miles de papeletas erróneas de Vox en Cataluña.
En fin, que no hace falta un mega pucherazo para robar unas elecciones. Unos pocos errores en campaña, sumados a varias jugadas poco democráticas, pero difícilmente probables, bastan para conseguir el objetivo que se buscaba: seguir en el Falcón. La suma, para los curiosos, da un 4,4% que, traducido a votantes (más de 23 millones tenían acceso al voto) superan el millón de votos «con fallos, errores o cagadas». Nada menos.
«Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz» (Lucas, 16 1-8)